MEDICAMENTOS, MITOS Y CREENCIAS SOBRE SU USO
“Cualquier persona puede comprar medicamentos”
FALSO. No toda persona puede comprarlos. La venta está limitada a personas adultas que pueden acceder a ellos, siempre que cuenten con la receta prescrita por el médico especialista; siendo una falta grave para el farmacéutico que no considere este criterio.
“Como son legales, cualquiera los puede vender”
FALSO. El que sea legal no implica que deba ser comercializada en forma indiscriminada. La venta solo debe realizarse en farmacias o boticas inscritas y registradas legalmente. El personal que atiende debe ser especializado y no debe suplantar la función del médico. Es necesario considerar también, que existen medicamentos que son elaborados y comercializados clandestinamente.
“No importa cuánto las use, no me harán daño porque sirven para curar”
FALSO. No todos los medicamentos son buenos para la salud. Cada uno tiene su posología (indicación estricta de uso), por lo que las dosis deben ser prescritas por un médico de acuerdo a las caracteristicas de cada paciente, en la medida en que el usuario vaya aumentando la dosis indiscriminadamente, sin autorización del médico, no será bueno para la salud ya que correrá el riesgo de presentar complicaciones, sobre todo para el sistema digestivo y circulatorio, sumado a que estaría aumentando su tolerancia y podría desencadenarse en una adicción.
“Si necesito sentirme mejor, debo consumir mayores dosis”
FALSO. La frecuencia y la dosis del uso del medicamento debe estar regulada por el médico especialista, quién evaluará los efectos y reacciones del paciente a la sustancia ingerida. Todo organismo es diferente y los niveles de absorción van a depender de diversos aspectos como la edad, el sexo, la historia de consumo, el nivel alérgico, entre otros. Por eso, aumentar la dosis puede ser contraproducente, cuando no es supervisado por el médico.