Sexismo:
Antes de explicar qué es el sexismo es importante conocer la diferencia entre sexo y género. Mientras que el sexo alude a las diferencias entre varones y mujeres, es una categoría física y biológica. El género (masculino o femenino) es una categoría construida social y culturalmente sobre las diferencias biológicas y que es aprendido por la sociali- zación, por lo tanto puede cambiar.
Luego de esta breve aclaración se puede indicar que el sexismo es un prejuicio basado en el sexo. Es el conjunto de actitudes y comportamientos que niegan los derechos a la libertad y a la igualdad de las personas de un determinado sexo. En la mayor parte de los casos el sexismo se aplica al comportamiento de los hombres hacia las mujeres. Quie- nes rechazamos el sexismo airman que, con independencia del género y del sexo, una persona debe tener derecho a triunfar desde el punto de vista político, profesional, laboral o doméstico. Asimismo, la mayoría de los roles sociales que en el pasado han sido relacionados con un determinado género, sean hoy de acceso para ambos sexos.
Discriminación por género:
El género inluye profundamente en el desarrollo de la personalidad, tanto a nivel moral, como intelectual y afectivo. La inluencia del género en la persona se da desde que ésta establece vínculos con los agentes de socialización (familia, escuela, comunidad, etc.)
La identidad de género se adquiere por un proceso en el que los niños y niñas, desde muy temprana edad, van siendo formados para el desempeño de aquellos roles asignados socialmente, a in de que respondan a los comportamientos esperados. A este proceso se le llama socialización de género y tiene gran relevancia en la vida personal, escolar y familiar.
Las situaciones de inequidad generalmente se asocian con las de desigualdad, entendiendo por situación de desigual- dad aquellas en las que varones y mujeres no tienen las mismas oportunidades de desarrollo por considerarse que unos tienen más capacidades que otros.
En nuestro país predomina una cultura machista que promueve la desigualdad entre hombres y mujeres, es por ello que los refuerzos sociales, en cuanto al rol de género, se ven muy inluidos por esta característica. La actividad educa- tiva que muchas organizaciones de la sociedad civil y el Estado vienen desarrollando, está produciendo un cambio en la forma de percibir el rol de la mujer en la sociedad. Sin embargo, la desigualdad en cuanto a la educación de las niñas se mantiene, lo cual se releja claramente en las estadísticas del sector educación: por un lado, la todavía numerosa población de niñas que no son enviadas a la escuela y, por otro lado, la atención prestada a la formación integral que recibe en la escuela muestra elementos en los que se aprecia inequidad y desigualdad de oportunidades.
Es importante que los padres y madres de familia brinden un soporte adecuado a sus hijos e hijas en todo momento, buscando promover su desarrollo integral. Así mismo, que ofrezcan apoyo de manera positiva, fortaleciendo la autoes- tima de los niños, niñas, y adolescentes para que éstos puedan desarrollar habilidades sociales que les permita ejercer su autonomía sin dejarse vencer por los obstáculos puestos por la discriminación de otros.