HOJA DE LECTURA: EL ÉXTASIS
¿Qué es el éxtasis?
Es una droga que estimula fuertemente el cerebro. Su presentación es en forma de polvo blanco cristalino, pastillas o comprimidos que no superan el tamaño de una aspirina de color rosado, blanco, amarillo o azul.
¿Cuáles son sus efectos?
Fisiológicos: aumenta el ritmo cardiaco con taquicardia, eleva la percepción visual, auditiva y táctil, incremento de la temperatura corporal, sequedad de boca, sudoración excesiva y deshidratación –por eso se produce deseos incontrolables de beber agua– episodios súbitos de frío y calor; tensión en las mandíbulas, mareos y crece el estado de alerta con insomnio.
Psicológicos: produce una intensa sensación de bienestar de afecto hacia las personas de su entorno, de aumento de energía y en algunas ocasiones genera alucinaciones. Los efectos adversos incluyen sensación de malestar general, pérdida de control sobre uno mismo, menoscabo de la memoria, crisis de pánico, ansiedad generalizada, preocupación y miedo.
Sociales: puede conducir a actos ilícitos, inclinación por la música “metal”, “rave” y “electrónica”, socialización selectiva, discriminación social y racial, evitación de reuniones familiares. Cuando los efectos decaen, aparece el agotamiento, la fatiga, la sensación de inquietud y leve depresión que pueden durar varios días, aquí se utiliza el término bajón. A largo plazo, pueden aparecer secuelas de confusión mental, alteraciones de concentración y de memoria, cambios bruscos del humor, alteraciones hepáticas y cardiovasculares.
Riesgos del consumo del éxtasis Aunque los estudiosos todavía no concuerdan si genera o no dependencia física, es necesario recordar que el consumo de éxtasis, siempre será riesgoso porque su elaboración química es realizada en laboratorios clandestinos, ya que se fabrican a partir de productos farmacéuticos relegados por falta de utilidad médica. Por lo tanto, sus efectos sobre el Sistema Nervioso Central son impredecibles.
Los peligros más frecuentes comprobados son crisis de ansiedad, depresión, aumento maligno de la temperatura, arritmia y convulsiones.
El éxtasis produce un incremento paralelo de la toxicidad. Luego de su acción estimulante acarrea cierto efecto depresivo, especialmente por su uso continuo, insomnio o episodios de ansiedad y excitación psicomotriz. También puede generar cuadros de intoxicación crónica que terminan por derrumbar el deseo, la erección, el orgasmo y las funciones de la persona en su totalidad.